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Lanzado el 30 de noviembre, ChatGPT se ha convertido en un fenómeno viral en tan solo unos días, superando el millón de usuarios, según su creador. La empresa californiana OpenAI ha lanzado un chatbot que puede responder a una serie de preguntas, pero sus sorprendentes capacidades están reviviendo el debate sobre los riesgos asociados a la inteligencia artificial.

Conversaciones complejas con naturalidad

El programa, actualmente en versión beta, le permite chatear en varios idiomas con un sistema de inteligencia artificial (IA) que puede iniciar una conversación de manera muy natural sobre casi cualquier tema, responder innumerables preguntas y crear contenido casi simultáneamente.

ChatGPT es coherente, tiene en cuenta lo dicho anteriormente en la conversación y es capaz de identificar temas que es mejor no tocar, como pudo comprobar EFE. Su inteligencia artificial funciona con enormes muestras de texto tomadas de Internet, pero la máquina no está conectada a la red en tiempo real y su «conocimiento» teóricamente se detiene en 2021, por lo que no puede comentar hechos que han sucedido recientemente.

La empresa que lo creó, OpenAI, sobresale en todos los formatos conversacionales en los que trabaja y las posibilidades que crea. «El formato conversacional permite que ChatGPT responda preguntas de seguimiento, admita errores, cuestione premisas incorrectas y rechace solicitudes inapropiadas», explicó la empresa.

da la impresión de que realmente están pensando

Cada vez más tecnología basada en inteligencia artificial, es capaz de dar la impresión de un pensamiento real.
Los investigadores de Meta (Facebook) desarrollaron recientemente una aplicación llamada Cicerón, que lleva el nombre del estadista romano Cicerón. El espectáculo pone a prueba la diplomacia, un juego de mesa donde los concursantes deben demostrar sus dotes de negociación.

«Si no hablas como una persona real, mostrando empatía, construyendo relaciones y hablando correctamente, no podrás formar alianzas con otros jugadores», dijo el gigante de las redes sociales en un comunicado.

Character.ai, una startup fundada por exingenieros de Google, lanzó un chatbot experimental en octubre que puede asumir cualquier personalidad en línea. Los usuarios crean personajes basados ​​en breves descripciones y luego pueden «chatear» con falsos Sherlock Holmes, Sócrates e incluso Donald Trump.